30 de septiembre de 2011

Organizando una boda

Os dejé con un anuncio de boda, ahí empezó todo el lío, yo pensaba que esto era sencillo: buscar un restaurante que nos guste y que den bien de comer, llevar los papeles al registro civil y ¡¡¡comprar ropa!!! (esto me encanta), nada, cosa fácil, esto está chupao

¡Ingenua!

No sabía yo en el lío en que me había metido, hay que cuidar todos y cada uno de los detalles, aparecen cosas nuevas que no sabías que había que preparar: la decoración, el menú, la ropa, los zapatos, los colores, los regalitos, las sorpresas, la música, los niños, el fotógrafo, la tarta, el menú, la lista de invitados, las invitaciones, la colocación del salón, el protocolo de la ceremonia, la peluquería, el maquillaje, los complementos, el viaje ... ¡esto es sólo el principio!

Pero que queréis que os diga, ¿qué me arrepiento? ¡pues, no! ¡me encanta! estoy emocionadísima controlando todos y cada uno de los detalles y que no se me escape ninguno, he descubierto que lo mío es la organización de eventos porque me lo paso bomba y sí, es un trabajazo y no paro en los últimos meses, pero sé que va a merecer la pena, además ver a la gente a mi alrededor con la emoción, las ganas, la pasión que le ponen a todo esto, ¡no tiene precio!

Sólo espero estar a la altura, que todo salga como lo estoy planeando y sobre todo que lo pasemos estupendamente.

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Persiguiendo sueños